lunes, 27 de abril de 2009



Dos cuerpos sin vida fueron encontrados el lunes en la comunidad de Jacagua, Santiago. Los cadáveres estaban en fundas y, según la Policía, se cree que se trataba de dos homosexuales que vestían de mujer.
LOS DELINCUENTES NO TEMEN
Dionisio Jerez, representante de la Comisión de los Derechos Humanos en Santiago, asegura que la situación de dejar tantos casos pendientes obedece a que el Ministerio Público no tiene claro sus deberes frente al a sociedad y se deja manipular en función de los orientaciones y los interese políticos. Agrega además que los investigadores no son competentes y que no tienen los mecanismos de investigación criminal para levantar los casos y se auxilian de la Policía, que arrastra las mismas deficiencias del Ministerio Público.
Para Jerez, el cuadro al que hace referencia sirve de caldo de cultivo para los criminales, quienes no temen delinquir.
“Eso alimenta que se sigan cometiendo otros delitos, porque si no se les somete, si no se les enjuicia, no se les condena, no hay una pena. Entonces, eso se convierte en un aliciente, en un estímulo para que esta situación continúa”.Fueron identificados como Eduardo Plácido Padilla (La Jeba) -23 años- y Jorge Luis Acevedo Mena -26 años.
Las autoridades investigan el hecho de sangre, aunque de nuevo vuelve a planear en la sociedad cibaeña la sensación de que, como otros asesinatos, atracos y desapariciones, caerá en el olvido.El diácono
La desaparición del diácono de la iglesia católica, Saturnino García, en mayo del año 2002, marcó el inicio de una serie de hechos criminales que, a pesar de su trascendencia y la preocupación expresada por los distintos sectores de Santiago no ha tenido repuestas de parte de las autoridades.
La situación involucra, además de la misteriosa desaparición del diácono, una larga lista de casos pendientes, cuyos procesos investigativos motivan la incredulidad de la población, la cual se muestra impotente al testificar sobre la facilidad con que estos hechos se olvidan, en medio de los trámites del Ministerio Público y la Policía.
En esta sede abundan los casos que se han quedado sin resolver y otros hechos están estancados, en espera de que culminen sus respectivas investigaciones, según explicó a CLAVE el fiscal de Santiago, Raúl Martínez, quien afirma que no es posible aclarar todos los crímenes.
El funcionario asegura que desde el Ministerio Público hacen los esfuerzos de lugar para esclarecer y resolver todos los casos, pero advierte que hay hechos en los cuales no se puede dar una repuesta en el tiempo que la población espera, dada la complejidad de los mismos. A casi siete años, los familiares de diácono no han tenido repuesta sobre el caso de su pariente, quien trabajaba como contable en la empresa Cordero & Asociados, hasta un día antes de su desaparición.
En relación con el caso, el fiscal de Santiago dijo que se reunió con los familiares, pero advirtió que en este caso no hay ningún elemento que permita sostener algún tipo de imputación contra ninguna persona.
Los familiares del religioso han denunciado que la influencia política ha impedido que se conozca la verdad; también han señalado como responsable de la desaparición al arquitecto Tácito Cordero, propietario la empresa donde el diácono era hombre de confianza y quien manejaba las finanzas. No se conoce de proceso judicial en su contra.
El fiscal argumenta que a pesar de no existir evidencias para inculpar a ninguna persona en particular, no se descarta retomar el caso.

Los generales
CIFRA19

taxistas fueron asesinados en las calles de Santiago entre 2004 y 2005. Hasta la fecha sólo un caso ha sido aclarado.En las gestiones de los generales de brigadas Rafael Ramírez Vidal, Tomás Holguín La Paz, Francisco Antonio Pérez Vásquez y Miróger Reynoso Vargas (fallecido), que abarca el período 2004, 2005, se produjo una cadena de asesinatos de taxistas. Diecinueve conductores fueron asesinados en distintas circunstancias, sin que hasta hoy se haya dado una explicación creíble sobre la realidad de estos hechos, atribuidos algunos a ajustes de cuentas y otros a delincuencia común.
De estos casos, sólo fueron a la justicia los responsables de matar a un conductor de la empresa Taxi Corazón. Los demás están en la larga lista de casos pendientes, según Juan Marte, presidente de la Central Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTT).
El pasado 18 de febrero, familiares de los choferes asesinados marcharon hasta el Palacio de Justicia, donde quemaron ataúdes simbólicos en protesta por la dejadez de las autoridades.
Otros casos, como la muerte de Iván Peralta Castillo (24 años), ocurrida el 13 de marzo de 2006, tampoco han tenido explicación oficial. Este caso figura entre las tareas que dejó pendientes el general Luis Darío de la Cruz Consuegra.Por este caso existe una orden de arresto contra José Liriano Ulloa (José Anemia), la cual no ha sido acatada por la PN. El periodista y reportero gráfico Ángel Peralta, hermano de la víctima, afirma que no se ha atrapado al responsable por el contubernio de la PN con el imputado.
Otro hecho de sangre sin resolver que llamó la atención fue el asesinato del camarógrafo Normando García (Azabache) y el taxista José Romero -07 de agosto del 2008. En las calles corren versiones sobre el doble asesinato y hay quienes aseguran saber quién ordenó el crimen.
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