miércoles, 15 de junio de 2016

Así fue el ataque de Omar Mateen en Orlando. En una de las llamadas que realizó al 911 aseguró que tenía explosivos y los haría estallar. El asesino de Orlando estaba casado, tenía un pasado como maltratador y era vigilante de seguridad. Los que lo conocieron lo describen como inestable y lleno de odio.

Era la una de la madrugada del domingo y poco podía imaginarse que en una hora aquel hombre abriría fuego en el local, y que terminaría siendo el autor del tiroteo más sangriento de la historia reciente de EE.UU. Otro habitual del Pulse, Kevin West, afirma en Los Angeles Times que Mateen le enviaba mensajes de forma intermitente durante un año usando una aplicación de chat gay.
Otros clientes del local también dijeron a diversos medios locales y a la MSNBC que Mateen había estado utilizando múltiples aplicaciones para homosexuales con conocidos mutuos para “ligar”, incluyendo Grindr.

Pese a que el propio Mateen afirmó en una llamada al 911 momentos antes de la matanza que sus motivaciones eran religiosas y declaró su lealtad al Estado Islámico, su propia exmujer también ha dudado de esa tesis y ha aseverado que su exesposo tenía “tendencias homosexuales” y podría sufrir de un “trastorno bipolar”.

Sitora Yusufiy, con quien contrajo matrimonio en 2009, ha asegurado que era “violento y mentalmente inestable” durante la relación que tuvo con ella, pero que nunca expresó tendencias militantes islámicas. El nuevo marido de Yusufiy ha asegurado a un canal de televisión brasileño que el padre de Mateen le llamó “gay” varias vece.



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