Como si se hubiese tratado de una ironía del destino, el funeral de la oficial Miosotis Familia, quien murió el miércoles pasado en El Bronx cuando fue atacada por un hombre dentro de su patrulla, se realizó justo el mismo día en que cumplía 12 años de haberse sumado oficialmente al Departamento de Policía (NYPD).
Así lo recordó su hija mayor, Génesis Vilella, tras compartir un conmovedor discurso en el que recordó el don de gente y la entrega que tenía su madre hacia los demás, y con el que le dio el último adiós a la agente de 48 años.
“Todos los que compartieron un momento con mi madre saben la gran persona que era. Tenía el don de tocar a los demás. La vamos a extrañar”, aseguró la joven de 20 años durante el servicio religioso, que se realizó este martes en la Iglesia World Changers de El Bronx, ubicada en el antiguo Loews Paradise Theater de la avenida Grand Concourse.
Hasta allí acudieron centenares de amigos, familiares y miles de policías, tanto del NYPD como de varias ciudades del país incluyendo San Francisco y Boston, a rendir tributo a su compañera.
El funeral de la agente, de origen dominicano, se produjo justo el día que cumplía 12 años de haberse incorporado formalmente al NYPD
“Cuando era niña estaba muy orgullosa y emocionada que mi mamá era policía. Todavía me siento muy orgullosa de ella y de la profesión que eligió, porque ella siempre decía que la educación era primordial”, comentó Génesis, destacando los logros de su madre.
“Ella fue la primera de su familia en ir a la universidad, la primera en graduarse con un título”.
Además de las 4,000 personas que lograron entrar al servicio religioso, afuera en la calle y aceras se juntaron miles de uniformados y vecinos de El Bronx que acudieron a rendir homenaje a la agente del NYPD.
“Es muy triste estar despidiendo hoy a la oficial Familia, pero todos nosotros sabemos que esta es una labor riesgosa que hacemos por el bienestar y la protección de todos”, comentó el agente Montoya, de origen argentino y boricua, quien tiene 13 años en la NYPD. “Cada vez que esto ocurre todos nosotros lo sentimos como propio porque somos una misma familia”.
Así lo recordó su hija mayor, Génesis Vilella, tras compartir un conmovedor discurso en el que recordó el don de gente y la entrega que tenía su madre hacia los demás, y con el que le dio el último adiós a la agente de 48 años.
“Todos los que compartieron un momento con mi madre saben la gran persona que era. Tenía el don de tocar a los demás. La vamos a extrañar”, aseguró la joven de 20 años durante el servicio religioso, que se realizó este martes en la Iglesia World Changers de El Bronx, ubicada en el antiguo Loews Paradise Theater de la avenida Grand Concourse.
Hasta allí acudieron centenares de amigos, familiares y miles de policías, tanto del NYPD como de varias ciudades del país incluyendo San Francisco y Boston, a rendir tributo a su compañera.
El funeral de la agente, de origen dominicano, se produjo justo el día que cumplía 12 años de haberse incorporado formalmente al NYPD
“Cuando era niña estaba muy orgullosa y emocionada que mi mamá era policía. Todavía me siento muy orgullosa de ella y de la profesión que eligió, porque ella siempre decía que la educación era primordial”, comentó Génesis, destacando los logros de su madre.
“Ella fue la primera de su familia en ir a la universidad, la primera en graduarse con un título”.
Además de las 4,000 personas que lograron entrar al servicio religioso, afuera en la calle y aceras se juntaron miles de uniformados y vecinos de El Bronx que acudieron a rendir homenaje a la agente del NYPD.
“Es muy triste estar despidiendo hoy a la oficial Familia, pero todos nosotros sabemos que esta es una labor riesgosa que hacemos por el bienestar y la protección de todos”, comentó el agente Montoya, de origen argentino y boricua, quien tiene 13 años en la NYPD. “Cada vez que esto ocurre todos nosotros lo sentimos como propio porque somos una misma familia”.