Omega se ha creado una fama delincuencial que nadie desearíaHa llegado a los extremos con sus reiterados casos de denuncias y acusaciones de violencia de género.
Tanto así que de antemano se gana la condena social, aún cuando se desconoce si es culpable o no de los hechos que se le imputan.
En el caso actual habría que darle la razón en los alegatos de que se ha visto sometido a la presión y chantaje de una fémina que mantiene con él una relación conflictiva, y que no ha dudado en aprovecharse de los recursos que, al amparo de las leyes, favorecen a una mujer maltratada.
Esa foto donde aparece Omega y la tal Sahira Valerio en “chulería”, luego de haber sostenido un “encuentro cercano del tercer tipo” en la misma cárcel, habla muy claro del junte que algunos artistas se dan con algunas mujercitas vagabundas del medio que, cuando les da la gana, los meten en problemas, poniendo a la justicia de relajo, ¡por gadejo!
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