CARLOS DIAZ (tamboril) - La tardanza en la entrega del dinero para el alquiler de viviendas comienza a impacientar a las 363 familias afectadas por los deslizamientos de tierra en Carlos Díaz, Tamboril.
Esa situación ha obligado a una parte de los desplazados a regresar a la zona del desastre.
Mientras otras 200 familias de las comunidades La Cumbre de Juan Veras y Palo Quemado que fueron evacuadas debido a los derrumbes y hundimiento del terreno en la carretera turística Gregorio Luperón, reclamaron ser reubicados en la misma zona.
También exigieron el traslado rápido a otro centro docente de los 250 estudiantes desalojados de la escuela de la zona, debido a las grietas en su estructura, para impedir que pierdan el año escolar.
Juan Céspedes, de 72 años, y con problema físico, es de los pocos que permanecen en el refugio del polideportivo de Tamboril, debido a que no tiene dinero para alquilar una casa.
Ayer, gran parte de los afectados sacaba copias de cédulas para enviarlas a la capital, como una forma de agilizar la entrega de los recursos, debido a que por cada vivienda en alquiler les exigen avances cuantiosos y en la mayoría de los casos no aparecen casas.
Los esposos Juana Evangelista, de 86 años, e Ignacio Antonio Barrios, de 90, también permanecen en el refugio ante la falta de recursos para rentar una vivienda. Acostados en colchones sobre el piso, el único consuelo es de tenerse uno al otro.
Mientras el alcalde pedáneo Antonio de Jesús urgió la agilización de la compra de unos terrenos para la construcción de viviendas en una zona que no presenta peligro.
Aunque reconoce el buen trato que ofrecen las autoridades a los desplazados de Carlos Díaz, de Jesús dijo que muchos comienzan desesperarse y marcharse sin que se conozca de su paradero.
50 familias en polideportivo
Reporteros de El Caribe observaron que en el polideportivo en Tamboril permanecían ayer sólo 50 familias de las 363 que tiene censada la Defensa Civil de los desplazados en Carlos Díaz.
Esa situación ha obligado a una parte de los desplazados a regresar a la zona del desastre.
Mientras otras 200 familias de las comunidades La Cumbre de Juan Veras y Palo Quemado que fueron evacuadas debido a los derrumbes y hundimiento del terreno en la carretera turística Gregorio Luperón, reclamaron ser reubicados en la misma zona.
También exigieron el traslado rápido a otro centro docente de los 250 estudiantes desalojados de la escuela de la zona, debido a las grietas en su estructura, para impedir que pierdan el año escolar.
Juan Céspedes, de 72 años, y con problema físico, es de los pocos que permanecen en el refugio del polideportivo de Tamboril, debido a que no tiene dinero para alquilar una casa.
Ayer, gran parte de los afectados sacaba copias de cédulas para enviarlas a la capital, como una forma de agilizar la entrega de los recursos, debido a que por cada vivienda en alquiler les exigen avances cuantiosos y en la mayoría de los casos no aparecen casas.
Los esposos Juana Evangelista, de 86 años, e Ignacio Antonio Barrios, de 90, también permanecen en el refugio ante la falta de recursos para rentar una vivienda. Acostados en colchones sobre el piso, el único consuelo es de tenerse uno al otro.
Mientras el alcalde pedáneo Antonio de Jesús urgió la agilización de la compra de unos terrenos para la construcción de viviendas en una zona que no presenta peligro.
Aunque reconoce el buen trato que ofrecen las autoridades a los desplazados de Carlos Díaz, de Jesús dijo que muchos comienzan desesperarse y marcharse sin que se conozca de su paradero.
50 familias en polideportivo
Reporteros de El Caribe observaron que en el polideportivo en Tamboril permanecían ayer sólo 50 familias de las 363 que tiene censada la Defensa Civil de los desplazados en Carlos Díaz.
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