Por: Pachico Tejada
Con “Morir soñando” el cine dominicano vuelve a decantarse por el género de la acción, pero con peor suerte que la última ocasión, en “Código Paz”. Aunque, aquella, dirigida por Pedro Urrutia y proyectada el año pasado tenía sus fallos, funcionaba por sus actuaciones y lo bien rodadas que estaban las escenas de combates, tiroteos y persecuciones.
Eso no pasa en en esta, realizada por Bonter Media Group, productora responsable de títulos como “Arrobá” (José María Cabral, 2012) y “Primero de enero” (Erika Bagnarello, 2014), llegará a las salas de cine local a partir de hoy.
Dirigido por el artesano norteamericano Josh Crook, quien ha realizado otras películas en el cine dominicano como “La Soga” y “Ponchao”, de 2009 y 2013, respectivamente, este es otro guion firmado por el empresario José Miguel Bonetti.
La presente, protagonizada por la colombiana Ximena Duque y el cubano Pedro Moreno, conocidos por sus trabajos en telenovelas como “Santa Diabla”, la primera, y “El rostro de Analía”, el segundo.
En ese sentido, la envoltura de película de acción y espionaje, es una historia de amor, más cercana al lenguaje visual de los culebrones de narcotráfico que se realizan hoy, que una película producida para proyectarse en una sala de cine.
Esto por las situaciones sin sentido que suceden en la trama, de enredos que pecan de ingenuos, todo por las intenciones de una organización criminal de hacer entrega de un millón de dólares, en un primer momento a un ministro, y luego a la vicepresidenta de la República.
Este aspecto, quizás buscando dar más cercanía a la realidad, ya que tenemos una mujer en el segundo cargo más importante del gobierno, y la corrupción de los políticos, en este caso de un “ministro” es algo que no hace falta empujar mucho para que la audiencia se lo crea.
Lo que no se puede creer son las situaciones inverosímiles que suceden alrededor de la búsqueda del dinero; en este filme en el que, como en otras producciones de cine hecho aquí, se hace un mal uso del “Product Placement” (el descarado anuncio marca de cerveza), así como también actuaciones deficientes,.
Esto último, pese a tener en su reparto artistas de probada calidad en otras producciones (Hemky Madera, en el papel de Ricardo, y Miguel Bucarelli, como “El Ministro”, como de lo mejor que tiene el filme, aunque no pueden sostenerlo).
Esta, la quinta película dominicana que se estrena en este 2015, y en ella se siguen usando dobles de riesgo y escenas de peleas coreografiadas, como en las películas del género realizadas en Estado Unidos, solo que con peor suerte a la hora de filmarse.
En “Morir soñando” hay roles emparentados fisicamente con personajes de filmes de acción de Hollywood como el de Vincent (Moreno) que puede ser cualquier agente secreto de aventuras de espionaje, o Rita (Hony Estrella) cuyo peinado recuerda a Milla Jovovich en “Ultraviolet” (Kurt Wimmer, 2006), asi como los “hombres de negro” que hacen los actores Canek Denis y ”scar Carrasquillo.
El personaje del mafioso Arturo, realizado por el también director, Alfonso Rodríguez, destaca por lo pintoresco, poniendo el único elemento divertido en la película.
Con “Morir soñando” el cine dominicano vuelve a decantarse por el género de la acción, pero con peor suerte que la última ocasión, en “Código Paz”. Aunque, aquella, dirigida por Pedro Urrutia y proyectada el año pasado tenía sus fallos, funcionaba por sus actuaciones y lo bien rodadas que estaban las escenas de combates, tiroteos y persecuciones.
Eso no pasa en en esta, realizada por Bonter Media Group, productora responsable de títulos como “Arrobá” (José María Cabral, 2012) y “Primero de enero” (Erika Bagnarello, 2014), llegará a las salas de cine local a partir de hoy.
Dirigido por el artesano norteamericano Josh Crook, quien ha realizado otras películas en el cine dominicano como “La Soga” y “Ponchao”, de 2009 y 2013, respectivamente, este es otro guion firmado por el empresario José Miguel Bonetti.
La presente, protagonizada por la colombiana Ximena Duque y el cubano Pedro Moreno, conocidos por sus trabajos en telenovelas como “Santa Diabla”, la primera, y “El rostro de Analía”, el segundo.
En ese sentido, la envoltura de película de acción y espionaje, es una historia de amor, más cercana al lenguaje visual de los culebrones de narcotráfico que se realizan hoy, que una película producida para proyectarse en una sala de cine.
Esto por las situaciones sin sentido que suceden en la trama, de enredos que pecan de ingenuos, todo por las intenciones de una organización criminal de hacer entrega de un millón de dólares, en un primer momento a un ministro, y luego a la vicepresidenta de la República.
Este aspecto, quizás buscando dar más cercanía a la realidad, ya que tenemos una mujer en el segundo cargo más importante del gobierno, y la corrupción de los políticos, en este caso de un “ministro” es algo que no hace falta empujar mucho para que la audiencia se lo crea.
Lo que no se puede creer son las situaciones inverosímiles que suceden alrededor de la búsqueda del dinero; en este filme en el que, como en otras producciones de cine hecho aquí, se hace un mal uso del “Product Placement” (el descarado anuncio marca de cerveza), así como también actuaciones deficientes,.
Esto último, pese a tener en su reparto artistas de probada calidad en otras producciones (Hemky Madera, en el papel de Ricardo, y Miguel Bucarelli, como “El Ministro”, como de lo mejor que tiene el filme, aunque no pueden sostenerlo).
Esta, la quinta película dominicana que se estrena en este 2015, y en ella se siguen usando dobles de riesgo y escenas de peleas coreografiadas, como en las películas del género realizadas en Estado Unidos, solo que con peor suerte a la hora de filmarse.
En “Morir soñando” hay roles emparentados fisicamente con personajes de filmes de acción de Hollywood como el de Vincent (Moreno) que puede ser cualquier agente secreto de aventuras de espionaje, o Rita (Hony Estrella) cuyo peinado recuerda a Milla Jovovich en “Ultraviolet” (Kurt Wimmer, 2006), asi como los “hombres de negro” que hacen los actores Canek Denis y ”scar Carrasquillo.
El personaje del mafioso Arturo, realizado por el también director, Alfonso Rodríguez, destaca por lo pintoresco, poniendo el único elemento divertido en la película.