Cuando concluyen su jornada se dirigen a su casa, donde comparten con su familia, al igual que cualquier empleado. Sin embargo, el caso de ellos es diferente.
Los sábados y los domingos permanecen en una cárcel, porque son dos reclusos que fueron favorecidos, al igual que otros, con un permiso laboral otorgado por un juez mediante resolución, el cual le ha permitido contar con un empleo formal, de lunes a viernes, para seguir en prisión sábado y domingo.
Martínez es un ingeniero civil que lleva dos años y seis meses de reclusión en Najayo, de una condena de cinco años, por homicidio involuntario. Comenzó a trabajar en el ayuntamiento, mediante contrato, el 18 de diciembre pasado, luego de que el juez de ejecución de la pena de San Cristóbal, Willys Núñez, autorizara la salida del centro. Recibe un sueldo de 15,000 pesos.
Zapata es un locutor que cumple una condena de diez años en Haras Nacionales, de los cuales lleva cinco años, acusado de violación sexual. Consiguió el permiso en octubre de 2014, para laborar en la importadora Lugo Import, en la avenida José Martí, donde recibe un salario de 12,000 pesos.
Martínez ve en este permiso una oportunidad, cuyo valor entiende no hay cómo cuantificar. Es por ello que exhorta a los reclusos que han recibido ese permiso a cumplir con las condiciones.
“No importa dónde estemos, la responsabilidad que tenemos es de cuidar este programa, de no incurrir en faltas, no importa que no nos estén mirando”, aconseja. Haciendo honor al nombre de la promoción “abriendo puertas”, dice que de ellos depende que a otros internos también se les brinde esa facilidad.
Impacto
El poder compartir con su familia y reinsertarse a la sociedad, tratando de enmendar en parte el error que lo llevó a la cárcel, constituye una satisfacción para Martínez, consciente de que no hay forma de enmendar una vida humana.
El poder compartir con su familia y reinsertarse a la sociedad, tratando de enmendar en parte el error que lo llevó a la cárcel, constituye una satisfacción para Martínez, consciente de que no hay forma de enmendar una vida humana.
“Cuando el mismo sistema te da la oportunidad de resarcir parte de los daños ocasionados, y aportar a la sociedad, para mí es muy importante”, expresa.
El permiso laboral ha impactado de forma positiva en la familia de Martínez y Zapata, que tenían que ir a verlos en la cárcel.
Por eso, Martínez resalta que ahora su familia está más tranquila porque ya no tiene que incurrir en tantos gastos para irlo a ver. “Ha sido favorable en la familia”, afirma Martínez. Se ha sorprendido por la acogida en el medio laboral y social.
Zapata sostiene que el permiso laboral le ha ayudado bastante, porque ahora puede mantener a su familia, ya que se sentía impotente y le daba depresión, por no poder apoyarla económicamente.
“Sentía la impotencia de no poder mantener a mi familia, mis hijos estaban pasando mucho trabajo, estaban prácticamente pasando hambre”, señala. Se siente mejor ahora, más tranquilo, porque puede ver a sus hijos con más frecuencia y compartir con ellos. “Tengo más equilibrio emocional”, afirma.
AcogidaZapata dice que ha recibido una acogida positiva en el medio social y que le satisface que el dueño de un establecimiento comercial le haya permitido trabajar.
Sánchez cuenta que el permiso se daba a las personas que han cumplido las dos terceras parte de la pena. Luego, enfatiza, solicitará la libertad condicional, para recobrar su completa libertad. Sostiene que optó por el permiso laboral porque tiene una familia que mantener y trabajar.
“Cada día le oraba a Dios para que me concediera ese permiso y gracias a Dios. a pesar de todo lo adverso, me fue concedido”, comenta.
Sostiene que ha encontrado el apoyo de mu- chas personas. Apunta que su trabajo no requiere que esté permanentemente en la tienda todo el día, porque tiene que salir a realizar estudios de mercado, para saber al público que va a dirigir el producto.
Hace gestiones para combinar ese trabajo con su profesión de locutor que le permita aumentar los ingresos.
Considera que hay muchos estigmas en la sociedad, porque la gente ve de otra manera a las personas que salen de la cárcel, pero llama a los que están en igual situación que se aferren a Dios.
Expresó que se motivó a solicitar el permiso por un reportaje publicado en octubre pasado en Listín Diario sobre el programa Medio Libre, que desarrolla el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciario. fuente-listindiario.com.com