POR YAMELL ROSSI JESNI
Santo Domingo.- Desde que se estableció el sistema de serie semifinal a 18 juegos en la Liga Dominicana de Béisbol (Lidom), nunca se han quedado fuera de esta ronda los Tigres del Licey y Leones del Escogido.
Ante la eliminación de los Escarlatas y una virtual descalificación de los azules, están en alerta los vendedores ambulantes que se ganan la vida alrededor del estadio Quisqueya.
Los revendedores de boletas, comida, gorras, banderas, camisetas, parqueadores y lavadores de carros, vivirán en carne propia la consecuencias del cierre de puertas del coloso del Ensanche La Fe.
Si bien es cierto que algunos contemplan emigrar para los estadios del interior a buscar el sustento, el presente se torna difícil por la ausencia de fanáticos.
Andrés Mejía, vendedor de boletas en el mercado negro, afirmó que se espera una crisis económica que afecte a todos, dentro y fuera del estadio.
Apuntó que también será una situación critica para los otros equipos que verán acción en el todos contra todos, porque los patrocinadores se alejan al no estar los equipos de la capital. “Nosotros nos abonamos, se ha perdido un dineral, porque los equipos desde que empezó la pelota ni siquiera han competido”, dijo.
Mejía manifestó, que la venta ha sido un desastre en sentido general.
“En los juegos de esta temporada de Licey y Águilas Cibaeñas, no he visto un 50 por ciento de fanáticos de lo esperado en cada encuentro de estos dos equipos”.
Expresó que quiere que los equipos tomen en cuenta el sacrificio que el fanático hace para asistir al estadio, “Antes un fanático veía el juego en preferencia por 200 pesos, ahora está en 600 pesos, la gente con esta situación tiene que alejarse”.
Gilberto Bautista, quien vende empanadas fuera del estadio desde hace 29 años, reveló que esto le va afectar un 90 por ciento, ya que con esas ventas es que mantiene a su familia.
“Del domingo en adelante yo no sé dónde buscármela, tengo cinco hijos, y es de mí que viven, y yo solamente tengo esto ”.
Bautista pretende seguir vendiendo en la Liga Mercedes, pero dice que el ambiente no es igual por las ganancias que deja la temporada de béisbol invernal.
“Este año fue muerto para mí, este ha sido el peor, no he conseguido casi nada”.
Isabel Viloria, quien tiene una carpa con ventas de gorras y camisetas, señaló que las pérdidas inminente le afectan grandemente por el posible apagado del Quisqueya.
fuente-diariolibre.com.do
Santo Domingo.- Desde que se estableció el sistema de serie semifinal a 18 juegos en la Liga Dominicana de Béisbol (Lidom), nunca se han quedado fuera de esta ronda los Tigres del Licey y Leones del Escogido.
Ante la eliminación de los Escarlatas y una virtual descalificación de los azules, están en alerta los vendedores ambulantes que se ganan la vida alrededor del estadio Quisqueya.
Los revendedores de boletas, comida, gorras, banderas, camisetas, parqueadores y lavadores de carros, vivirán en carne propia la consecuencias del cierre de puertas del coloso del Ensanche La Fe.
Si bien es cierto que algunos contemplan emigrar para los estadios del interior a buscar el sustento, el presente se torna difícil por la ausencia de fanáticos.
Andrés Mejía, vendedor de boletas en el mercado negro, afirmó que se espera una crisis económica que afecte a todos, dentro y fuera del estadio.
Apuntó que también será una situación critica para los otros equipos que verán acción en el todos contra todos, porque los patrocinadores se alejan al no estar los equipos de la capital. “Nosotros nos abonamos, se ha perdido un dineral, porque los equipos desde que empezó la pelota ni siquiera han competido”, dijo.
Mejía manifestó, que la venta ha sido un desastre en sentido general.
“En los juegos de esta temporada de Licey y Águilas Cibaeñas, no he visto un 50 por ciento de fanáticos de lo esperado en cada encuentro de estos dos equipos”.
Expresó que quiere que los equipos tomen en cuenta el sacrificio que el fanático hace para asistir al estadio, “Antes un fanático veía el juego en preferencia por 200 pesos, ahora está en 600 pesos, la gente con esta situación tiene que alejarse”.
Gilberto Bautista, quien vende empanadas fuera del estadio desde hace 29 años, reveló que esto le va afectar un 90 por ciento, ya que con esas ventas es que mantiene a su familia.
“Del domingo en adelante yo no sé dónde buscármela, tengo cinco hijos, y es de mí que viven, y yo solamente tengo esto ”.
Bautista pretende seguir vendiendo en la Liga Mercedes, pero dice que el ambiente no es igual por las ganancias que deja la temporada de béisbol invernal.
“Este año fue muerto para mí, este ha sido el peor, no he conseguido casi nada”.
Isabel Viloria, quien tiene una carpa con ventas de gorras y camisetas, señaló que las pérdidas inminente le afectan grandemente por el posible apagado del Quisqueya.
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