Santo Domingo.- Espérate, deja que se acabe esta canción y nos vamos”, le respondió Keysa Batista Matos a su hijo de diez años cuando este fue a avisarle que se gastaba la vela que dejó encendida en la casa, y que provocó el incendio que carbonizó a sus dos hermanitos de dos y tres años de edad, según contaron familiares y vecinos del lugar.
Los testimonios expresan que Batista Matos, de 29 años, quien huyó, bailaba e ingería bebidas alcohólicas en un colmado cerca de su casa.
La tragedia ocurrió el jueves, casi a medianoche, en la calle Primera del sector Sinaí de La Caleta, Boca Chica. Las víctimas son Glorianni y Kelvin Segura Batista.
Maltrato. Gregoria Santana, abuela del más pequeño, explicó que Batista Matos maltrataba mucho a los niños y acostumbraba dejarlos solos para ir a “beber y parrandiar” todos los días a un colmadón.
Dijo que hace dos meses la desvencijada vivienda se incendió parcialmente por una situación similar, y los niños salvaron sus vidas porque fueron auxiliados por los vecinos.
“Ella los dejaba solos. Yo siempre le decía que no los dejara solos. Muchas veces le dije que me entregara a los niños, aunque la hembrita y el más grande no eran mis nietos, y ella me dijo que no le daba sus hijos a nadie”, expresó.
Explicó que quería a la Loriani como si fuera su abuela de verdad, pues cuando Batista Matos se casó con su hijo, quien está preso, tenía cuatro meses de embarazo.