POR: SANTIAGO GONZALEZ
Los propietarios de los canales de televisión de Santiago y demás pueblos del Cibao están con el grito al cielo. La crisis económica ha impactado de tal manera en esos medios que varios de estos se ven obligados a poner en pantalla solo enlatados olvidándose de mantener las producciones locales.
El asunto de esta realidad es fundamentalmente debido a las cada vez más elevadas tarifas eléctricas, el retiro de la publicidad gubernamental y costos operativos exigentes que les obligan a cambios tecnológicos de equipos cada vez más costosos. Tan ahogados se encuentran que algunos hablan de cerrar operaciones. Esta realidad afecta por igual a grandes y pequeños.
Ante el reto, los dueños de canales de TV imponen nuevas medidas que impactan a los productores de programas quienes también ven aumentados sus costos y al mismo tiempo mermados sus ingresos. En Santiago funcionan al menos 12 canales de televisión por cable o de señal abierta y en las otras ciudades del Norte hay al menos una televisora local.De mantenerse de manera prolongada los incrementos de las tarifas eléctricas y de la pausa en publicidad gubernamental, esto afectará sensiblemente esos medios. El comercio local no tiene importantes capítulos de inversión en ese sentido y las agencias publicitarias no tienen en cuenta las producciones televisivas locales.
Estas no les otorgan categoría a esos medios, ni se han detenido a estudiar el fenómeno de la cercanía de los públicos. La realidad en este sentido golpea fuertemente esa área de la comunicación por muy dolorosa que parezca la realidad, la parte de negocio afecta el libre ejercicio de la televisión. La falta de apoyo ha obligado a varias mudanzas de productores, eso es preocupante.
Los propietarios de los canales de televisión de Santiago y demás pueblos del Cibao están con el grito al cielo. La crisis económica ha impactado de tal manera en esos medios que varios de estos se ven obligados a poner en pantalla solo enlatados olvidándose de mantener las producciones locales.
El asunto de esta realidad es fundamentalmente debido a las cada vez más elevadas tarifas eléctricas, el retiro de la publicidad gubernamental y costos operativos exigentes que les obligan a cambios tecnológicos de equipos cada vez más costosos. Tan ahogados se encuentran que algunos hablan de cerrar operaciones. Esta realidad afecta por igual a grandes y pequeños.
Ante el reto, los dueños de canales de TV imponen nuevas medidas que impactan a los productores de programas quienes también ven aumentados sus costos y al mismo tiempo mermados sus ingresos. En Santiago funcionan al menos 12 canales de televisión por cable o de señal abierta y en las otras ciudades del Norte hay al menos una televisora local.De mantenerse de manera prolongada los incrementos de las tarifas eléctricas y de la pausa en publicidad gubernamental, esto afectará sensiblemente esos medios. El comercio local no tiene importantes capítulos de inversión en ese sentido y las agencias publicitarias no tienen en cuenta las producciones televisivas locales.
Estas no les otorgan categoría a esos medios, ni se han detenido a estudiar el fenómeno de la cercanía de los públicos. La realidad en este sentido golpea fuertemente esa área de la comunicación por muy dolorosa que parezca la realidad, la parte de negocio afecta el libre ejercicio de la televisión. La falta de apoyo ha obligado a varias mudanzas de productores, eso es preocupante.