Por: ANTONIO HEREDIA
El presidente de la Federación de Juntas de Vecinos de Imbert; Catalino Corniel, denunció que la extracción de materiales del mismo lecho del río Bajabonico no se ha detenido, hasta el punto de que la depredación de ese afluente ha sido tan grave que está casi desapareciendo.
Los camiones no han cesado de sacar materiales de ese rio según ha podido comprobar el recién creado Movimiento de rescate al rio Bajabonico, ya que Kuki Silverio y un empresario llamado Pedro Juan, quien reside en Navarrete, están depredando ese rio abusando de un permiso que se le otorgó por cuatro meses para realizar las labores de lineamiento y encausamiento de ese río.
Corniel aseguró que estos dos personajes están acabando de forma total con este recurso natural ya que se creen que son los dueños de ese rio y en vista de esa situación abogó por que las autoridades de Medio Ambiente saquen de una buena vez las tres granceras que operan en los alrededores del río Bajabonico que sigue agravando la depredación de ese afluente.
En esa misma vertiente, el ingeniero Adalberto Brito (Cley), dijo que ya integraron el Movimiento de rescate al rio Bajabonico que está formado por aproximadamente unas 300 instituciones de los seis municipios de la parte oeste de Puerto Plata, que estará representada en una comisión que viajará este próximo jueves a Santo Domingo donde se entrevistaran con las autoridades gubernamentales para frenar estas acciones.
Cley Brito aseguro que la razón de crear dicho movimiento procura la salida inmediata de tres granceras ubicadas en el misma cause del río Bajabonico que son propiedad de Pedro Juan, Kuki Silverio y la empresa Sabinsa cuya maquinarias y camiones pesados ahora están extrayendo materiales en horas de la noche para evitar que la población pueda observar estas acciones que mantiene seco el cauce de ese río que era uno de los más caudalosos del país.
Puntualizó que la extracción de materiales directamente del lecho del río Bajabonico ha dado al traste con una aguda carestía de agua potable en Luperón y otras comunidades de la parte oeste de Puerto Plata, hasta el punto de que el nivel freático que conforma las aguas subterráneas, cada día se encuentra más lejos ya que hasta los pozos que suministran agua al ganado y la agricultura están completamente secos.