Por: Agencia Reforma
México - A los hombres les enseñan a no llorar; nunca enfermar y ser fuertes. Pero a ellos no les advierten de los cambios físicos y emocionales que traen consigo el crecimiento y desarrollo, y mucho menos sobre la importancia de la autoexploración de los testículos para detectar un cáncer y atenderlo en etapa temprana.
Lauro Gómez Guerra, urólogo andrólogo, explica que autoexplorarse también permite valorar la presencia de venas dilatadas, llamadas varicocele, en las bolsas escrotales que en un futuro puedan ser causa de infertilidad.
Ambos padecimientos se presentan en etapas jóvenes, entre los 15 y 35 años, a diferencia del tumor en la próstata, que es más común en hombres arriba de los 40, agrega.
¿Por qué no se autoexaminan?
El desconocimiento de la autoexploración masculina obedece a motivos sociales y culturales. Las mujeres desde pequeñas son educadas por sus madres para afrontar lo que sucederá en su desarrollo; un ejemplo es la primera menstruación, evento que debe ser traumático, pero con el apoyo de sus familiares esa transición de niña a mujer resulta más llevadera.
"Así como a ellas se les enseña la autoexploración de sus pechos, a los hombres nos deberían decir cómo autoexplorarse los testículos", dice.
"No tenemos a nuestro papá diciendo: 'Hijo, por los cambios hormonales es importante que vayas conociendo lo que va a suceder en tu cuerpo, de hecho, empezarás a tener erecciones espontáneas en la noche, puedes incluso humedecer las sábanas y no es orina, sino líquido seminal, son emisiones que aparecen por tu desarrollo; cambiará el humor de cuerpo, etcétera'; pero aprendemos al vapor, y cosas que incluso no son ciertas", agrega.
México - A los hombres les enseñan a no llorar; nunca enfermar y ser fuertes. Pero a ellos no les advierten de los cambios físicos y emocionales que traen consigo el crecimiento y desarrollo, y mucho menos sobre la importancia de la autoexploración de los testículos para detectar un cáncer y atenderlo en etapa temprana.
Lauro Gómez Guerra, urólogo andrólogo, explica que autoexplorarse también permite valorar la presencia de venas dilatadas, llamadas varicocele, en las bolsas escrotales que en un futuro puedan ser causa de infertilidad.
Ambos padecimientos se presentan en etapas jóvenes, entre los 15 y 35 años, a diferencia del tumor en la próstata, que es más común en hombres arriba de los 40, agrega.
¿Por qué no se autoexaminan?
El desconocimiento de la autoexploración masculina obedece a motivos sociales y culturales. Las mujeres desde pequeñas son educadas por sus madres para afrontar lo que sucederá en su desarrollo; un ejemplo es la primera menstruación, evento que debe ser traumático, pero con el apoyo de sus familiares esa transición de niña a mujer resulta más llevadera.
"Así como a ellas se les enseña la autoexploración de sus pechos, a los hombres nos deberían decir cómo autoexplorarse los testículos", dice.
"No tenemos a nuestro papá diciendo: 'Hijo, por los cambios hormonales es importante que vayas conociendo lo que va a suceder en tu cuerpo, de hecho, empezarás a tener erecciones espontáneas en la noche, puedes incluso humedecer las sábanas y no es orina, sino líquido seminal, son emisiones que aparecen por tu desarrollo; cambiará el humor de cuerpo, etcétera'; pero aprendemos al vapor, y cosas que incluso no son ciertas", agrega.