La catedral de Notre Dame no podrá ofrecer servicios religiosos de Navidad por primera vez desde la Revolución Francesa, debido a los graves daños causados por un incendio este año.
Exiliados, sus clérigos, coro y congregación tenían previsto celebrar el feriado en otra iglesia gótica cerca del Museo del Louvre.
El incendio accidental de abril consumió el tejado y la aguja del templo medieval, y se espera que la reconstrucción lleve varios años. La estructura está demasiado dañada para admitir visitantes y aún hay riesgo de envenenamiento por las toneladas de polvo de plomo que liberaron las llamas, según las autoridades.
Los servicios de Navidad y Nochebuena se celebrarían en la iglesia de Saint-Germain l’Auxerrois, utilizada en su día por la realeza francesa. El rector de Notre Dame, el monseñor Patrick Chauvet, celebraría una misa allí el miércoles para los feligreses de Notre Dame, acompañado por parte del coro ahora itinerante de la catedral.
En la iglesia de Saint-Germain se instaló una plataforma similar a la de Notre Dame, y se expuso la emblemática Virgen de París, una escultura del siglo XIV que sobrevivió a las llamas.
La catedral, reconocida a nivel internacional, ha asistido a muchos vaivenes desde que se colocó su primera piedra en 1163. Los servicios religioso se interrumpieron después de que los revolucionarios derrocaran a la monarquía y declarasen que Notre Dame sería “un templo de la razón”. La actividad religiosa se reanudó durante el mandato de Napoleón en 1803, según responsables de la iglesia.
Las misas continuaron durante las dos guerras mundiales y la ocupación nazi. En 2015, la misa de Navidad se realizó bajo vigilancia militar, semanas después de los peores ataques terroristas registrados en Francia.
Hoy, las torres gemelas de Notre Dame siguen presidiendo la isla de Ile de la Cite, en el corazón de París, y atrayendo a turistas que se toman fotos en sus alrededores. Pero en estas navidades, lo que hay ante su fachada son andamios, en lugar del enorme árbol de Navidad que suele presidir la explanada.
Exiliados, sus clérigos, coro y congregación tenían previsto celebrar el feriado en otra iglesia gótica cerca del Museo del Louvre.
El incendio accidental de abril consumió el tejado y la aguja del templo medieval, y se espera que la reconstrucción lleve varios años. La estructura está demasiado dañada para admitir visitantes y aún hay riesgo de envenenamiento por las toneladas de polvo de plomo que liberaron las llamas, según las autoridades.
Los servicios de Navidad y Nochebuena se celebrarían en la iglesia de Saint-Germain l’Auxerrois, utilizada en su día por la realeza francesa. El rector de Notre Dame, el monseñor Patrick Chauvet, celebraría una misa allí el miércoles para los feligreses de Notre Dame, acompañado por parte del coro ahora itinerante de la catedral.
En la iglesia de Saint-Germain se instaló una plataforma similar a la de Notre Dame, y se expuso la emblemática Virgen de París, una escultura del siglo XIV que sobrevivió a las llamas.
La catedral, reconocida a nivel internacional, ha asistido a muchos vaivenes desde que se colocó su primera piedra en 1163. Los servicios religioso se interrumpieron después de que los revolucionarios derrocaran a la monarquía y declarasen que Notre Dame sería “un templo de la razón”. La actividad religiosa se reanudó durante el mandato de Napoleón en 1803, según responsables de la iglesia.
Las misas continuaron durante las dos guerras mundiales y la ocupación nazi. En 2015, la misa de Navidad se realizó bajo vigilancia militar, semanas después de los peores ataques terroristas registrados en Francia.
Hoy, las torres gemelas de Notre Dame siguen presidiendo la isla de Ile de la Cite, en el corazón de París, y atrayendo a turistas que se toman fotos en sus alrededores. Pero en estas navidades, lo que hay ante su fachada son andamios, en lugar del enorme árbol de Navidad que suele presidir la explanada.