María Vargas Martínez, abuela y madre de crianza de Rolfy Ferreira Cruz, acusado de disparar contra el expelotero de Grandes Ligas, David Ortiz, dijo “que la Biblia dice que él que la hace la paga” y que si su pariente es culpable de lo que se le acusa que pague por sus hechos”.
Al ser entrevistada por periodistas del Listín Diario en el barrio El Puente, en San Rafael de Mao, abogó por la pronta recuperación del ex jugador y dijo que todos están adoloridos, porque se trata de un ser humano muy querido.
Rodeada de otros familiares y vecinos, dijo que teme por la vida de su nieto, ya que aunque el ex jugador no le haría nada, fanáticos suyos pueden atentar en su contra en la prisión.
Martínez aseguró que cuando Rolfi estaba bajo su responsabilidad era un muchacho tranquilo que trabajaba en fincas de guineos de Mao, echando los días, pero que después que su padre se lo llevó a vivir a Estados Unidos hace tres años, no puede decir lo mismo, “porque muchos van a ese país a trabajar, pero que otros se pierden”.
Subrayó que el domingo vio a Rolfi pernoctar en el lugar y que el lunes volvió a tener contacto con él y que le dijo que saldría a reparar su motor, pero que después de ahí no supo más de él.
También expresó que es importante que el caso se investigue, porque ha recibido informaciones de que el domingo antes de las 10:00 de la noche, él se encontraba en el sector El Puente de San Rafael, de Boca de Mao y que hay personas, incluyendo un primo, identificado como Elvis Alberto Espinal, que lo corrobora.
María Vargas expresó que no tiene conocimiento de que en su casa hayan encontrado enterrada el arma con que le dispararon a Ortiz.
Comentó que cuando los policías llegaron, él estaba desarmado frente a la casa y que no hizo resistencia, le dieron muchos golpes, pero insistió que no tiene conocimiento que en su casa hayan encontrado arma”.
“Tenía un mes que había regresado de Estados Unidos y casi no paraba en mi casa, porque cuando estaba allá, iba El Cirujano, lo buscaba y se lo llevaba”, enfatizó.
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