El portavoz del alcalde de la ciudad ha confirmado la cifra y ha asegurado que el número final de víctimas será mucho mayor, ya que hay muchos desaparecidos.
Los hospitales, faltos de medicamentos y sangre, están totalmente desbordados mientras intentan salvar la vida de los heridos por el ataque. “Lo que vi en los hospitales que visité es indescriptible. Seguimos encontrando cuerpos y pido ayuda. La gente está en una situación difícil”, ha asegurado Tabid Abdi Mohamed, alcalde de Mogadiscio, tal y como recoge AFP.
El presidente somalí, Mohamed Abdullahi Farmaajo, ha declarado tres días de luto nacional.
Un camión bomba estalló la tarde del sábado en el centro de la ciudad, en el distrito de Hodan, una bulliciosa zona comercial con tiendas y hoteles. Según los medios locales, citados por la agencia Efe, la gran mayoría de los fallecidos en el ataque eran civiles, principalmente vendedores ambulantes que comerciaban en la que era una de las calles más transitadas de la ciudad.
Una segunda explosión, en el barrio de Madina, se cobró dos muertos.
Nadie ha reclamado la autoría del atentado, si bien todas las miradas apuntan al grupo yihadista Al Shabab, que se afilió en 2012 a la red internacional de Al Qaeda y que controla parte del territorio en el centro y el sur del país. El grupo terrorista pretende destruir al gobierno somalí e instaurar una versión fundamentalista del Islam.