miércoles, 24 de mayo de 2017

No importa cuántas veces invoquemos el nombre de cierto motor de búsqueda de internet, Alphabet Inc. es la dueña de la marca.

Ésa es la conclusión del fallo que emitió un tribunal federal de apelaciones, que rechazó el argumento de que Google se ha vuelto tan popular (la palabra se usa incluso como verbo) que debe perder su estatus de marca protegida.

La vulgarización de la marca, como se la conoce, es la maldición que cae sobre las empresas cuando su marca adquiere tanta fuerza en el mercado que se transforma en una categoría de producto. Por caso la aspirina, el velcro o el yo-yo. Pero no, Coca-Cola.



La pelea sobre si una de las marcas más valiosas del mundo debe declararse de uso común comenzó en 2012, cuando un hombre llamado Chris Gillespie adquirió 763 nombres de dominio de internet que incluían la palabra "google".

Luego de que Google presentara su oposición ante una junta de arbitraje, Gillespie y otra persona le solicitaron a un tribunal federal de Arizona que cancelara la marca registrada de Google: argumentaron que se trataba de "un término genérico utilizado universalmente para describir búsquedas en internet", según consta en las actas.

El juez de Arizona rechazó el argumento, y esta semana hizo lo mismo el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos en San Francisco.

Los hombres no presentaron pruebas suficientes de que el público piensa en la palabra "google" principalmente como un nombre genérico para los motores de búsqueda en internet en lugar de ser la marca del motor de búsqueda de Google en particular, sostuvo el panel de tres jueces.

"El mero hecho de que el público a veces utilice una marca como el nombre de un producto único no convierte inmediatamente a la marca en genérica", escribió el juez Richard Tallman en el fallo.


Tallman señaló que otros nombres familiares, incluyendo Coca-Cola Co., han combatido intentos similares de vulgarización de sus marcas a lo largo de los años. En 1982, Coca-Cola ganó un caso de infracción de marca contra un restaurante local que subrepticiamente le daba a los clientes que pedían una "coca" una bebida que no era Coca-Cola. El restaurante argumentó sin éxito que la palabra "coca" cubría una categoría genérica de refrescos.

Jason Kravitz, un abogado de Boston, dijo que la decisión del tribunal de apelaciones reafirma cuán difícil es que se declare el uso común de un nombre de marca.

"Este tipo de desafíos son comunes cuando una empresa ha tenido el éxito suficiente para establecer su dominio en el mercado", dijo.

El caso es Elliott v. Google Inc., 15-15809, Corte de Apelaciones de los Estados Unidos para el Noveno Circuito (San Francisco). fuente- infobae
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