Fuente (ellistindiario.com)
Santo Domingo.- La periodista Alicia Ortega dijo que no está atemorizada por el extraño robo del cual fueron víctimas el pasado sábado ella y su esposo, el productor Fernando Hasbún. Aseguró que si se tratara de una forma de intimidación o advertencia, nadie los hará variar su estilo de hacer periodismo de investigación.
El sábado pasado delincuentes aún no identificados por la Policía Nacional hicieron una llamada telefónica a la residencia de la periodista y dijeron a la empleada doméstica que su jefa había sufrido un accidente de tránsito que la dejó en estado crítico y que, de paso había matado a una menor de 11 años.
Al mismo tiempo, le explicaron que antes de perder la conciencia, Ortega había pedido que entregara la caja fuerte y un cofre de joyas, para hacer una transacción rápida.
La mujer, entregó la caja fuerte y las joyas a un contacto que esperaba en Bella Vista Mall y se marchó del lugar. Posteriormente los delincuentes llamaron a Fernando Hasbún a quien le pidieron hacer un pago de 50 mil pesos para devolver la caja fuerte y el cofre, pero éste no accedió a la petición.
Dijo que después del episodio las llamadas no han cesado, pero que ellos no albergan ningún temor.

El sábado pasado delincuentes aún no identificados por la Policía Nacional hicieron una llamada telefónica a la residencia de la periodista y dijeron a la empleada doméstica que su jefa había sufrido un accidente de tránsito que la dejó en estado crítico y que, de paso había matado a una menor de 11 años.
Al mismo tiempo, le explicaron que antes de perder la conciencia, Ortega había pedido que entregara la caja fuerte y un cofre de joyas, para hacer una transacción rápida.
La mujer, entregó la caja fuerte y las joyas a un contacto que esperaba en Bella Vista Mall y se marchó del lugar. Posteriormente los delincuentes llamaron a Fernando Hasbún a quien le pidieron hacer un pago de 50 mil pesos para devolver la caja fuerte y el cofre, pero éste no accedió a la petición.
Dijo que después del episodio las llamadas no han cesado, pero que ellos no albergan ningún temor.